HISTORIA
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Hasta mediados del XV, Valle de Villaverde estaba integrado en las Encartaciones del Señorío de Vizcaya, disfrutaba de los mismos derechos que el resto de los lugares de las Encartaciones y disponía de voto en las Juntas de Avellaneda.
Durante la Baja Edad Media, Villaverde, Trucíos y Arcentales se encontraban bajo el dominio del linaje de los Avellaneda lo que marcaría el devenir histórico del Valle en el futuro, puesto que mientras Trucíos y Arcentales finalmente vuelven a integrarse en el Señorío de Vizcaya, Villaverde pasó a ser posesión de la familia Velasco, tras comprarlo Pedro Fernández de Velasco a Diego de Avellaneda por quinientos mil maravedíes.
Posteriormente, Pedro Fernández de Velasco, al repartir el patrimonio
entre sus hijos, le concedió a Antonio de Velasco el Valle de Villaverde, quien renunció a él y lo traspasó a su hermano Pedro de Velasco.
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Tras esta operación, Valle de Villaverde se vinculó definitivamente a la familia Velasco, Duques de Frías, incluyéndose en el Corregimiento de Soba y quedando, por lo tanto, apartado de la Encartaciones del Señorío de Vizcaya. Aún a pesar de esto, Valle de Villaverde, conservó ciertos derechos de su periodo.
VILLAVERDE HOY
Se trata de un municipio eminentemente rural, donde sus habitantes se han dedicado mayoritariamente a la ganadería y agricultura, aunque en la actualidad son pocos los ganaderos de dedicación exclusiva. De la misma manera, su extraordinario entorno rural natural invita al visitante a descubrir sus paisajes siguiendo los numerosos senderos que lo recorren.
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La ganadería y la agricultura es su principal fuente de ingresos, siendo el ganado de leche el que se explota mayoritariamente. El porcentaje de la población activa que se emplea en los sectores secundario y terciario es muy bajo, casi insignificante, si se compara con su principal sustento.